miércoles, 14 de septiembre de 2016

85 Sudamérica y el día más largo

Cronológico 4/5 - 85 a 89

85. Cuzco
 Cuzco está situado en Sudamérica en el actual Perú.

Cuzco en Perú

Significados del término "cuzco"


  • El nombre inca de Cuzco significa ombligo del mundo porque era la capital, el centro de mando, 
  • pero el Cuzco inicial significalugar de las piedras erigidas”, que se corresponde claramente con sus piedras megalíticas.




Sacsahuamán:


Sacsahuamán










En Cuzco se destaca el promontorio de Sacsahuamán “Lugar del halcón” de forma triangular y unos 250 metros de altura. 
Tiene una base ancha con escalones gigantes tallados artificialmente, y con túneles, y otras formaciones artificiales. Después de la base, si nos movemos hacia arriba, hay una plataforma plana de grandes dimensiones, allanada artificialmente.
En el tramo final, superior había estructuras circulares y rectangulares con túneles, y aberturas de un gran laberinto escavado en la roca. 





Las murallas:











El promontorio está separado de la ciudad por tres imponentes murallas de piedras gigantescas que alcanzan una altura combinada de 18 metros. 
La muralla inferior es la más colosal con piedras de 20 toneladas aunque una pesa más de 300 ton. Entre cada muralla hay una terraza rellena de tierra. 
Estas enormes piedras se extrajeron a muchos kilómetros de distancia y se transportaron a través de montañas, ríos y un paisaje poco adecuado para ello.


Las puertas de las murallas:












Uno de los detalles más impresionantes de estas construcciones son las tres puertas que cruzaban las murallas. La puerta de Viracocha está situada en el centro de la muralla externa. Los bloques de piedra eran de tal forma que creaban una abertura en la muralla de 120 cm que daba paso a unos escalones hasta la segunda muralla. Aquí empieza un complicado paso con ángulo recto que lleva hasta la tercera muralla. En esta hay dos entradas que forman un ángulo entre sí y dan paso al interior. Estas puertas se podían bloquear bajando unos enormes bloques de piedra que encajaban exactamente en las puertas.


El interior de las murallas:

En el interior de las murallas hay un laberinto de túneles que comienzan y terminan abruptamente. Uno lleva hasta una caverna a 12 m de profundidad, otros terminan en paredes de roca con escalones que no llevan a ninguna parte.

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A 15 km de Ollaqu en Pampa de Anta hay tallados en la roca unos escalones en forma de luna creciente, que le dieron el nombre al lugar “piedra luna” = Quülarumi. Múller consideró que era un observatorio astronómico para el promontorio de Sacsahuamán por que allí no hay nada que ver salvo los cielos del este.


En Sacsahuamán se construyeron murallas, conductos, y otras estructuras: tallando la roca viva y añadiendo grandes sillares tallados de forma geométrica poligonal. Todas estas estructuras tenían como fin la canalización de agua de lluvia o del deshielo de forma controlada de nivel en nivel.


Una inmensa zona circular cerrada con esos sillares megalíticos parece que hacia las funciones de embalse. Una esclusa subterránea construida con esos sillares permitía la salida del agua del embalse circular. De esa cámara esclusa sale un canal que va a parear al laberinto Chingana excavado en la roca por debajo del embalse circular.


Todo indica que eran lugares donde se purificaba el oro, una criba del oro a gran escala. En el embalse circular se vertía algún mineral o compuesto químico desde el Rodadero, y por el otro lado del embalse entraba agua con fuerza. Luego el agua salía por la cámara-esclusa, circulaba por el laberinto y finalmente quedaba en las cubas de piedra el oro limpio. Pura alquimia.



Las colosales murallas megalíticas protegían y daban soporte a la plataforma maciza que era imprescindible para los vehículos de transporte del mineral. ¿vehículos aéreos?
En el promontorio de Sacsahuamán “Lugar del halcón” de forma triangular y unos 250 metros de altura tiene una base ancha con escalones gigantes tallados artificialmente, y con túneles, y otras formaciones artificiales. Después de la base, si nos movemos hacia arriba, hay una plataforma plana de grandes dimensiones, allanada artificialmente. En el tramo final, superior había estructuras circulares y rectangulares con túneles, y aberturas de un gran laberinto escavado en la roca. El promontorio está separado de la ciudad por tres imponentes murallas de piedras gigantescas que alcanzan una altura combinada de 18 metros. La muralla inferior es la más colosal con piedras de 20 toneladas aunque una pesa más de 300 t. Entre cada muralla hay una terraza rellena de tierra. Estas enormes piedras se extrajeron a muchos kilómetros de distancia y se transportaron a través de montañas, ríos y un paisaje poco adecuado para ello.


Uno de los detalles más impresionantes de estas construcciones son las tres puertas que cruzaban las murallas. La puerta de Viracocha está situada en el centro de la muralla externa. Los bloques de piedra eran de tal forma que creaban una abertura en la muralla de 120 cm que daba paso a unos escalones hasta la segunda muralla. Aquí empieza un complicado paso con ángulo recto que lleva hasta la tercera muralla. En esta hay dos entradas que forman un ángulo entre sí y dan paso al interior. Estas puertas se podían bloquear bajando unos enormes bloques de piedra que encajaban exactamente en las puertas.


En el interior de las murallas hay un laberinto de túneles que comienzan y terminan abruptamente. Uno lleva hasta una caverna a 12 m de profundidad, otros terminan en paredes de roca con escalones que no llevan a ninguna parte.


Uno de los bloques de piedra de Puma-Punku chapados en oro con extrañas cavidades y un profundo surco en el interior tenía una esquina cortada a modo de embudo, y existe un lugar próximo con objetos de oro que se llama Chuqui-Pajcha que en aymara significa “donde el oro líquido pasa por el embudo” que nos recuerda que era un proceso de producción de oro.

86. El día de 44 horas del año 1391 a.C.

En ese periodo hubo un día en el que no hubo amanecer durante veinte horas y luego el sol volvió a aparecer. Fue durante el tercer año de su reinado de Titu Yupanqui Pachacuti II, decimoquinto monarca del Imperio Antiguo. Fue una situación terrorífica. La gente sufrió un gran lamento, confesiones de pecados, sacrificios y oraciones hasta que el Sol amaneció. El sol se detuvo durante 20 horas para la tierra. Era el año 1391 a.C.


Este día tan especial “no hubo un día como aquél, ni antes ni después” (dice la Biblia) está registrado en la Biblia, narrando como Josué y sus israelitas cruzaron el río Jordán tras tomar las ciudades fortificadas de Jericó y Ay. Los reyes amorreos se aliaron contra ellos en una gran batalla en el valle de Ayyalón, cerca de Gabaón. La batalla la inició Josué en un ataque nocturno contra los cananeos. Estos huyeron y se reagruparon en un lugar citado como “cerca de Bet Jorón”.


Yahveh intervino en la lucha lanzando grandes piedras sobre los cananeos que mataron a miles.


«arrojó grandes piedras desde el cielo sobre ellos… y murieron; hubo más de ellos que murieron por las piedras, que los que murieron por la espada de los israelitas».


Josué pidió a Yahveh que detuviera el Sol y la Luna


Entonces Josué le habló a Yahveh, el día en que Yahveh entregó a los amorreos a los Hijos de Israel, diciendo: «A la vista de los israelitas, que el Sol se detenga en Gabaón y la Luna en el valle de Ayyalón».


Y el Sol se detuvo, y la Luna se paró, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos.


Cierto es, pues todo esto está escrito en el Libro de Jashar: el Sol se detuvo en mitad de los cielos y no se apresuró en bajar en casi un día entero.


Están describiendo que el movimiento aparente del Sol y la Luna en el cielo se detuvo, es decir, no se detuvieron estos astros sino que hubo una gravísima alteración de la rotación de la Tierra. Algunos investigadores han sugerido basándose en el detalle de la caída de grandes piedras que algún objeto como un cometa se acercó a la órbita de la Tierra, y como su movimiento de rotación es en sentido opuesto al de ésta quizá produjo esa caída de rocas y la detención temporal de la rotación terrestre. La Tierra iría en su órbita alrededor del Sol durante 20 horas como un tren sobre las vías deslizando sin rodar pero sin pararse hasta que desaparecido el obstáculo vuelven las ruedas a su función. En todo caso fue un fenómeno extraordinario, muy especial.


Deslizar sin rodar


Si en Canaán el Sol no se puso durante casi un día, entonces en América el Sol no saldría, no amanecería por el mismo fenómeno durante 20 horas. La misma situación se menciona en el relato de Teotihuacán en Centroamérica como ya he dicho.


Recordemos la piedra llamada Intihuatana de Tampu-Tocco, cuyo nombre significa “lo que ata al sol”, con fines astronómicos solares. Se celebraban ritos para atar al sol y hacerlo volver, como recuerdo del terrorífico día en que tardó 20 horas adicionales en amanecer.


El cuadragésimo rey fundó un lugar para el estudio de los astros y los equinoccios hacia el año 400 a.C. Estaban familiarizados con las casas zodiacales y sus meses tenían nombres como Acuario = Madre agua y señor agua, Aries = Luna mercado, Tauro = Ciervo Pastor (no había toros en Sudamérica), Virgo = Madre Maíz, etc. Nombres demasiado familiares con los sumerios.


Tras ese periodo hubo terremotos y guerras y el rey de Cuzco murió en una batalla por una flecha.


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87. El periodo de Tampu-Tocco: 500 a.C. - 1020 d.C.

En el sur del actual Perú en la vertiente oriental de la cordillera Central de los Andes  hay dos picos, el gran pico Machu Picchu "montaña vieja" y el pequeño pico Huayna Picchu "montaña joven" y entre ellas hay un promontorio rocoso que las une. En ese promontorio está situado lo que se conoce actualmente en arqueología como Machu Picchu, que se llamaba realmente Tampu-Tocco.




Volvamos al relato histórico. La segunda parte es el periodo de Tampu-Tocco (posteriormente llamado Machu Picchu). Abarca desde el año 500 a.C. hasta el siglo XI d.C.


Tras el anterior período de crecimiento y prosperidad que finalizó con terremotos y guerras. El rey, que era un niño,  huyó de  Cuzco con sus gentes a un lugar en las montañas que llamaron Tampu-Tocco, “lugar de descanso de las ventanas”, aunque unos pocos sacerdotes quedaron en Cuzco cuidando el gran templo.  


 Este lugar ya era conocido de muy antiguo, pues de allí partieron los hermanos Ayar para fundar Cuzco.

En ese periodo hubo 28 reyes. En este periodo de decadencia se perdió el arte de la escritura y muchos conocimientos. Fue una época en que los reyes iban periódicamente de Tampu-Tocco a Cuzco a consultar los oráculos divinos.


Una mujer de noble linaje anunció que a su hijo, Rocca, se lo había llevado el dios Sol. Días después, el muchacho volvió a aparecer vestido con prendas doradas. Dijo que había llegado el momento del perdón, pero que el pueblo debía observar determinados mandatos: la sucesión real se establecería sobre un hijo del rey nacido de una hermanastra suya, aun cuando no fuera el primogénito; y no se debía retomar la escritura. El pueblo acató las órdenes y volvió a Cuzco, con Rocca como nuevo rey; a él se le dio el título de Inca -soberano "Manco Capac". Con su regreso a Cuzco termina el período de Tampu-Tocco.





Al darle el nombre de Manco Capac a este primer Inca, los historiadores incas lo asimilaron propagandísticamente al legendario fundador de Cuzco, Manco Capac, el de los cuatro hermanos Ayar. 




Aunque algunos intentaron mantener o recuperar la escritura los sacerdotes se opusieron ferozmente. Dijeron que el deseo del dios era que no se volvieran a utilizar las letras bajo pena de muerte. En su lugar se utilizaron los ramales de cuerdas de colores o quipos para fines cronológicos.


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88 El periodo del Cuzco inca: 1020 - 1534

La tercera parte es el periodo del Cuzco inca. Abarca desde el siglo XI d.C. hasta el siglo XVI.


Comenzó hacia el 1020 d.C. cuando un joven noble llamado Rocca recibe instrucciones del dios Sol de volver a Cuzco. Rocca fue nombrado con el título de soberano, Inca y se dirigieron a Cuzco. 

Rocca construyó en Tampu-Tocco, “refugio de las tres ventanas”, unas construcciones que contenían un muro con tres ventanas, que era el emblema de la casa de sus padres. Los incas se empeñaron en la propaganda de identificar a Rocca con el primer Manco Capac que procedía del lago Titicaca. (3500 años antes). Los incas hablaban el quechua, lengua del norte y centro de los Andes en cambio en el altiplano del Titicaca se hablaba aymara.


Los incas atacaron por sorpresa desde sus zonas altas a los reinos de las zonas costeras, reinos que venían existiendo desde antiguo. Se extendieron por el norte hasta Ecuador, y por el sur hasta Chile por la Calzada del Sol. Los últimos en ser sometidos fueron los chimús, con su capital Chanchán, en el norte de la costa de Perú. Era una metrópoli de más de 20 kilómetros cuadrados con recintos sagrados, pirámides escalonadas, acueductos, moradas, embalses, graneros, tumbas, palacios que semejaban a Egipto y a Mesopotamia.

Expansión del imperio inca


La expansión chimú –entre el 1000 d.C. y el 1400 d.C. – fue de desarrollo de la orfebrería, por ejemplo en la ciudad de Tubes se hicieron imitaciones de oro de plantas y animales. Poseían enormes riquezas en oro. El límite sur de los chimús era el río Rímac.


En la costa del Perú en las ruinas de los chimú (preincaicos) se descubrió tanto oro enterrado en las tumbas, junto a los muertos, que les llevó a preguntar quines habían introducido tales costumbres y creencias. La respuesta dada fue “los dioses”. El oro se formó de las lágrimas de los dioses, decían los incas. Y como dice el profeta Ageo en la Biblia “la plata es mía y el oro es mío, así dice el Señor de los ejércitos”.


La cantidad de oro que poseían los chimús es enorme y además sorprendente pues las fuentes de oro no se encuentran en las regiones costeras sino en tierras altas.


Siglos antes de los chimús la costa perteneció a los mochicas. Este pueblo dominó el arte de la fundición del oro.


Los incas no tenían ningún ídolo en sus templos. De hecho en algunas representaciones si que había uno, la imagen de Manco Capac, pero no de ningún dios. Esta costumbre nos recuerda los mandatos del Éxodo bíblico de no forjar ni adorar ídolos.


Los quipos incas eran cuerdas de diferentes colores, de lana, con nudos en diferentes posiciones. Estos quipos se parecen a los tzitzit israelitas. Estos tzitzit eran flecos en el extremo de un hilo azul que se sujetaban a las prendas para recordar los mandamientos de dios.


La sucesión para los incas era también la de los hebreos, que lo heredaron de los sumerios. El heredero legal era el hijo tenido con una hermanastra como ocurrió con Rocca.


Otra similitud está en la costumbre de la circuncisión que se aplicaba en el caso inca solo en la familia real.


Humboldt mencionó una leyenda según la cual la gente del otro lado del océano Atlántico desembarcó en Venezuela y se introdujo tierra adentro. Existen restos del sendero que cruzaba desde Venezuela /Guayana hasta Ecuador/Perú. En la desembocadura del Amazonas se han encontrado cerámicas con diseños sumerios y mesopotámicos. Hubo otra ruta importante que conectaba el punto de desembarco por el sur con los Andes.


Pero ese pueblo que desembarcó ahí no fueron los incas sino un pueblo transatlántico. Los incas desembarcaron en el océano Pacífico en la costa peruana. Ese pueblo fueron los olmecas que después de su desembarco en el golfo de Méjico, se extendieron hacia el sur en América Central y luego por el norte de Sudamérica.


En el lado occidental, en la costa de Ecuador y de Colombia en el Pacífico las leyendas nos narran la llegada de los naymlap y otros antepasados de sudamericanos sino dos desembarcos de gigantes, uno en tiempos del Imperio Antiguo, y el otro en tiempo de los mochicas.


«Llegaron por la costa, en embarcaciones de juncos tan grandes como barcos, un grupo de hombres de tal tamaño que, desde la rodilla hacia abajo, eran de altos como un hombre normal».


Estos gigantes utilizaban herramientas de metal para cavar túneles en las rocas y robaban la comida a los nativos. Violaban a sus mujeres pues los no había mujeres entre los gigantes desembarcados. En la cerámica mochica aparecen ellos representados en blanco y los gigantes en negro. En esta cerámica también aparecen ancianos blancos con barbas.


Estos gigantes eran los negros olmecas y sus compañeros barbados los misteriosos “asirios” que huían de las sublevaciones de Centroamérica hacia el 400 a.C. Fueron dejando monolitos, entre ellos cabeza de piedra gigantes, o estatuas de piedra que representaban a gigantes con herramientas o armas, y con rasgos africanos olmecas.


Quizá estos invasores transatlánticos fueron los que llevaron a Sudamérica los relatos de la creación, del diluvio, del dios serpiente.


El panteón de los dioses de la zona ecuatorial estaba formado por doce dioses encabezada por un tríada: el dios de la creación, el dios del mal y la diosa madre; también incluía a los dioses de la luna, del sol y del trueno o lluvia. El dios de la luna tenía un rasgo superior al del sol.


El jefe de los dioses en chibcha se llamaba Abira, que se asemeja mucho al epíteto divino mesopotámico Abir que significa fuerte, poderosos. El dios de la lluvia, como he repetido, se llamaba Si o Sian que se parece mucho al nombre mesopotámico de ese mismo dios, Sin.

89 Los chavín

Antes de los mochicas estaban los chavín –cultura chavín- desde el 1500 a.C. aproximadamente. Surgió repentinamente y sin desarrollo previo gradual aparente. Su centro era Chavín de Huantar a 3000 metros de altitud en los Andes, situado en un valle triangular que forman unos ríos. Ese valle triangular se allanó, se abancaló en unas 3 hectáreas. Allí se construyeron estructuras geométricas cuidadosamente adaptados al terreno. Estaba rodeada por una muralla de 12 metros salvo en el este que estaba abierta al río. En su interior hay edificios y plazas alineados con los puntos cardinales de forma precisa.


El edificio más grande estaba construido en piedra recubiertas por unas losas lisas semejantes al mármol con incisiones decorativas. Desde el este se llegaba a este edificio por una escalera monumental que accedía a un pórtico imponente flanqueado por dos columnas cilíndricas –algo extraño en Sudamérica- y unos bloques verticales de piedra junto a ellas. El pórtico así sustentado tenía un dintel horizontal de 9 metros hecho de una sola piedra. Tras el pórtico había una escalera doble que conducía hasta dos torres. En la parte oriental que da acceso al edifico había una plaza hundida a la que se accedía por escalones y que estaba rodeada por tres plazas rectangulares. En la parte externa de la plaza hundida había una gran roca alineada con las escaleras del edificio. Esta roca era plana con siete agujeros y una hornacina rectangular.


En el interior de este edificio y de otros dos grandes edificios hay unas estructuras laberínticas, con pasillos, habitaciones y escaleras. Hay pasadizos sin salida, hornacinas y salientes sin propósito aparente, y conductos verticales o en pendiente. En el edificio principal se encontró el Obelisco de Tello con unos dibujos aglomerados de cuerpos y rostros humanos pero con garras o alas, con pájaros, árboles dioses que emiten rayos o cohetes y con muchos trazados geométricos.


Otra piedra tallada encontrada es el monolito de Raimondi, que se cree que estaba sobre la gran roca plana de la plaza hundida. Sobre el monolito de dos metros y medio de altura hay un dios con un arma en cada mano. Su cuerpo y extremidades son antropomórficas pero su rostro no. Su rostro no es humano ni ningún animal de Sudamérica. El rostro parece el de un toro, animal que no existía en Sudamérica, pero sí en Mesopotamia. El toro era el animal de culto de Adad, y todavía hoy se llama Montes de Tauro a una cordillera que atraviesa sus viejos dominios.


Otra piedra tallada encontrada es El Lanzón, una columna con forma lanceolada de 3´5 metros de altura. Colocada en una galería de 3 m de altura su extremo superior sobresalía a través de una abertura cuadrada. La piedra contiene una imagen de un rostro antropomorfizado que parece un toro.


El fin de estos edificios de Chavín de Huantar no era religioso sino funcional. Contienen una red de túneles en la roca por debajo de toda la ciudad y conectaban varios compartimentos subterráneos alineados. Estos túneles conectan los dos ríos que bordean Chavín, uno por encima de la ciudad (en la montaña) y el otro por debajo (en un valle). De esta forma ingeniosa creaban un potente y controlado flujo de agua para utilizarla en dispositivos de criba de oro.

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